Una mirada a la integración local de personas refugiadas desde las Relaciones Internacionales
Iliana Viramontes sintetiza ideas relevantes del papel de la ACNUR y de los gobiernos locales en el fenómeno de la movilidad humana
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Los contextos de violencia, desigualdad social y económica, discriminación, cambio climático, entre otras razones por las que cada vez más países atraviesan han generado el incremento de personas desplazadas de manera forzada, y con esto, que cada vez más personas busquen refugio en zonas urbanas. Si bien recibir el estatuto de refugiado se considera a menudo un hito importante que proporciona protección y oportunidades para una vida mejor, es esencial reconocer que no siempre garantiza beneficios inmediatos a las personas desplazadas, por lo que es necesario el trabajo conjunto entre organismo internacionales, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos nacionales y locales, y la participación de la sociedad.
Desde el punto de vista de la protección jurídica y la seguridad, la obtención del estatuto de refugiado es esencial, ya que reconoce el temor fundado a la persecución por parte del país de acogida o de la comunidad internacional, así como el compromiso de proporcionarles protección y apoyo de forma que se evite que las personas sufran más violencia, permitiéndoles comenzar un nuevo capítulo de sus vidas en un entorno seguro.
Por lo que es importante exponer las acciones realizadas en pro de las personas refugiadas, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, 2016) más de la mitad de los refugiados del mundo viven ahora en barrios y colonias de algunas de las ciudades más grandes del mundo; de los 10,5 millones de refugiados del mundo, se calcula que 6 millones residen en zonas urbanas (IRC, 2012).
En este contexto es que en México desde 2019 el ACNUR puso en marca el Programa de Integración Local (PIL) el cual tiene como objetivo «ayudar a la población refugiada y solicitante de asilo a integrarse en ciudades del centro y norte del país, donde la oferta laboral y de vivienda, así como los sistemas de educación y salud, facilitan la integración efectiva» (ACNUR, 2022). Las personas originarias de países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, principalmente Honduras, Haití, El Salvador y Guatemala huyen de la violencia de las pandillas o de persecuciones de índole política, lo que vuelve insegura su permanencia en el país de origen.
Las personas refugiadas que participan en el PIL llegan a la ciudad de integración una vez que han finalizado su proceso de reconocimiento de la Condición de Refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y han gestionado su regular estancia en el país con el Instituto Nacional de Migración. En ese sentido, las personas cuentan con la documentación necesaria para tener acceso a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) y con ello comenzar su proceso de integración en la ciudad.
Adicionalmente, resulta importante abordar el tema del desplazamiento forzado y de integración local de personas refugiadas desde la perspectiva de las Relaciones Internacionales, ya que la definición de las fronteras y el movimiento de las personas a través de ellas nos remite a conceptos clave como lo es el de Estado nación; el mundo ha cambiado, y con él la concepción de éste, el Leviatán no lo puede ver ni controlar todo.
Durante los últimos años, en el estudio de las Relaciones Internacionales se ha dado un particular énfasis a lo local; con el surgimiento de conceptos como actores locales, paradiplomacia, regionalismo, entre otros; se muestra cómo fenómenos internacionales pueden verse reflejados en lo local, como es el caso de la movilidad humana. Es en temas como éste que la paradiplomacia cobra mucha importancia, pues explica la incidencia e importancia que adquieren los gobiernos locales en asuntos internacionales.
El Programa de Integración Local hace justo eso, expone cómo actualmente, el Sistema Internacional y sus actores, incluyendo a los gobiernos locales, se encuentran inmersos en dinámicas y retos de la globalización, por lo tanto, es una respuesta natural de éstos participar más activamente (Arenas, G. 2018).
Desde una perspectiva internacional, el PIL se alinea a la Agenda 2030, al Pacto Mundial para Refugiados, al Pacto Mundial Para una Migración Segura, Ordenada y Regular; y al Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones, todos firmados y ratificados por el Estado mexicano. Por ejemplo, la A2030 reconoce la importancia de los gobiernos y actores locales, tanto en términos generales como en el papel que tienen en la localización de la agenda, esto resulta fundamental e idóneo en cuanto a paradiplomacia se refiere.
En específico, los Objetivos de Desarrollo Sostenible abordan la movilidad humana internacional de forma subyacente porque aun cuando la movilidad humana no está expresamente citada en alguno de los objetivos como tal —al ser un tema transversal— está presente e inserta en su generalidad dentro de todos y cada uno de ellos (UPM, 2016) [Revisar La migración internacional en la Agenda 2030 aquí]. El ODS clave en temas de movilidad humana es el número 8: «Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos»; a través de «proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios» (UMP,2016).
Desde una perspectiva local, el PIL es un ejemplo muy claro del rol de los gobiernos locales y el trabajo conjunto con organismos internacionales como lo es el ACNUR. De forma tal que los gobiernos locales comienzan a tener injerencia en el plano internacional dado que poseen características idóneas (facultades y atribuciones) para articular demandas, defender sus intereses (en ocasiones no integrados al Estado central), y evaluar su lugar en las cuestiones internacionales y en la forma en que estas influyen en las dinámicas locales (Russell, R. 2006).
El papel de los gobiernos locales en el proceso de integración de las personas refugiadas es sumamente importante, ya que es por medio del gobierno estatal y municipal que las personas podrán hacer efectivo el acceso a derechos y servicios, desde temas de salud, educación, vinculación laboral, seguridad, entre otros. Asimismo, el papel de los municipios es vital desde una perspectiva de integración a la comunidad y acceso a servicios municipales.
Finalmente, si bien la movilidad humana es un fenómeno global, éste no puede ser entendido solamente desde una perspectiva amplia, sino que es necesario desarrollar una perspectiva local que permita el análisis particular para visibilizar las diferentes condiciones y dinámicas de movilidad humana en las entidades federativas y regiones. En este marco es que se resalta la colaboración de distintos actores como lo son la academia, la sociedad civil, los gobiernos locales y organizaciones internacionales como lo es el ACNUR, con el fin de generar un análisis integral de diferentes temas que influyen en los procesos de integración como las políticas públicas, modelos de seguridad y desarrollo, así como el reconocimiento de responsabilidades y alcances de los actores y gobiernos locales.
Referencias
ACNUR – The UN Refugee Agency. (2023, 18 enero). Más de 20.000 reubicaciones como parte de los esfuerzos de integración de personas refugiadas en México. ACNUR.
Arias, G. J. A. (2018). «Paradiplomacia: definiciones y trayectorias». Papel político, 23(2).
Russell, R. (2006). «El Estado-nación y los actores gubernamentales no centrales: su lugar y relación en el debate teórico dentro de la disciplina de las relaciones internacionales». La Paradiplomacia: las relaciones internacionales de los gobiernos locales, 17-41.
The IRC. (2022). «People in Greece are going hungry, as over one third of those living in refugee camps are denied food». The IRC.
UNHCR. (2017). The power of cities. UNHCR Innovation.