La proyección internacional de una localidad no solo parte de la paradiplomacia como forma de estructura gubernamental, sino que puede ser resultado del trabajo e intencionalidad de cualquiera de los actores que integran dicho contexto; en este sentido, la nueva diplomacia pública que es realizada por ciudadanos, empresarios, universidades, asociaciones civiles, entre otros, constituye un nuevo nivel de análisis que es necesario integrar a la configuración de la proyección local internacional como parte de un mismo proceso articulado que integra a la paradiplomacia y que da cuenta de su capacidad para lograr sus fines a nivel internacional.

De forma tradicional la paradiplomacia reconoce esfuerzos conjuntos entre los distintos actores locales guiados por un plan y estrategias con un mismo fin y de la mano del gobierno. Pero las nuevas dinámicas de difusión al exterior no responden solo a este principio de una sola guía, los distintos actores buscan crear su propia proyección en beneficio de sí mismos y de la localidad. Sin duda IBM ha logrado esta proyección como empresa multinacional que se ubicó en la Zona Metropolitana de Guadalajara hace más de 40 años y que ha apoyado para que Jalisco sea conocido como el Silicon Valley de México, proyección que sigue sumando al traer consigo innovación y roles globales que se realizan a nivel local.

Su actividad sin duda tiene la finalidad de crecimiento, reconocimiento, innovación, desarrollo de industria, y proyectos que sumen a su compañía, impactando a su entorno con proyectos como las Ciudades Inteligentes, que permiten a los municipios de México competir con los gobiernos locales o regionales alrededor del mundo. Es justamente en este punto donde la actividad de la nueva diplomacia pública debe concertar con la paradiplomacia, sin embargo aún no se concreta, pues como lo señala Manuel Ávalos Vega, el gran reto es lograr el compromiso de una política pública que trascienda administraciones, un plan a largo plazo, durable, multidimensional y focalizado.

Si como dice Manuel Ávalos la diferencia entre el Silicon Valley de California y el de Guadalajara es la capacidad de armonizar los intereses de los actores locales, relacionándolos, entonces debemos evaluar la paradiplomacia por su configuración de acuerdo a su alineación a la agenda global, su pluralidad (comunidad académica, gremios y sector privado, sociedad civil, órganos ejecutivos y legislativos, entre otros), su planeación estratégica de acciones a nivel internacional, su enfoque territorial, su retroalimentación, así como su sostenibilidad.